La osmolalidad es una prueba que mide la cantidad de partículas disueltas en un líquido. La osmolalidad refleja la concentración de sustancias como sodio, potasio, urea y glucosa en sangre, orina u ocasionalmente heces. Es útil para evaluar el equilibrio entre el agua y las partículas disueltas en los líquidos biológicos, para detectar la presencia de sustancias que entorpecen este equilibrio y para establecer la capacidad de concentración de orina por parte del riñón.